Llegas en un momento extraño de mi vida
Tengo un par de semanas con el pendiente de escribir en mi blog, estrujándome el cerebro, buscando qué cosa lo suficientemente interesante me ha pasado o he vivido para actualizarles mi vida, pero lo cierto es que no ha pasado nada: Nada diferente a lo último que escribí.
La vida vuelve a tornarse un ejercicio de disciplina en el que debo contenerme de sucumbir a mi desesperación y mi desamor. No voy a mentir, he estado bebiendo mucho con el único propósito de distraerme.
Supongo que pueden decir que he estado ocupada sobreponiéndome a esa última ruptura. Alguna vez me dijeron que para sanar de una relación se necesita la mitad del tiempo que duró, y si lo nuestro fue algo de cinco meses, SUPONDRÍAMOS que ya estoy bien, en este momento.
¿Pero lo estoy?
Es gradual, es no-lineal, estoy en una montaña rusa de emociones. A veces parece que tengo todo bajo control, disfruto de mis actividades, hablo con mis amistades, escribo, dibujo, vivo. A veces me cuesta sangre levantarme de la cama y el terror de no volver a amar, a ser amada me persigue, me asfixia. Me digo a mí misma que así es la vida, así son las separaciones, así es el desamor. Intento mantenerme optimista y pongo mi mejor cara: TODO ESTÁ BIEN.
Todo está bien pero tengo un par de semanas tomando casi diario.
Todo está bien pero me cuesta mantener conversaciones largas, ni con mis xadres puedo hacerlo.
Todo está bien, pero mi ritmo de escritura es errático, pierdo la concentración, la disciplina.
Todo está bien pero voy atrasadísima con mis lecturas en turno.
Todo está bien, pero no recuerdo cuándo fue la última vez que comí tres veces al día.
Todo está bien pero es muy difícil seguir.
La peor parte de todo, lo que más me enoja, es verlo en retrospectiva: Me siento humillada, pero es mi culpa. Ellx nunca clamó ser alguien diferente y yo me aferré a la idea de que lo era. No creo en almas gemelas, pero ellx es lo más cerca que tuve de tener una: ¡Compartíamos tanto! ¿Cómo es posible que fuéramos tan diferentes, tan dolorosamente incompatibles? ¡Es horrible!
El agua hirviendo que me ablandó a mí, a ellx le endureció. Ahí donde yo necesitaba cariño y paciencia, ellx estaba asustadx. Ahí donde ellx guardaba silencio, yo necesitaba palabras. Terrible. Le extraño tanto, a cada momento quiero hablarle pero la vergüenza me detiene.
Le amaba tanto, pero me hacía sentir tanta vergüenza de mí misma. Imperdonable.
Ya tiene rato de eso, como sabrán, entonces no es algo en lo que me detenga a pensar con frecuencia. Hay otras cosas en mi vida que me perturban, no es cumplido ni consuelo. A veces siento que se me va la olla, temo que un día no pueda alcanzarla más.
Sé que he sido una mala amiga en las últimas semanas. He pospuesto visitas, llamadas y conversaciones, actividades. Me siento muy mal por ello, a veces la sola culpa es lo suficientemente firme como para hundirme en la miseria, como si fuera un bloque de cemento al que estuviera atada y me lanzaran al mar.
Quiero morirme (Ya vi la tercera temporada de Hearstopper, ya vi a Michael Holden, ya me puedo morir)....
... Pero realmente quiero escuchar las vault tracks de reputation cuando teilor suif se digne a sacarlo.
Hace unas dos semanas escribí una carta al mimors. No he recibido respuesta, no creo recibirla; le dije unas cosas directas, rayando en lo cruel, pero sinceras siempre. Dije cosas que tendría que haberme guardado, pero ustedes ya saben que no se me da lo de callarme la puta boca. Si antes no me odiaba, ahora seguramente sí. Ni modo. Puedo aventurarme a imaginar que esa amistad que quise entablar con ella se quemó hasta las cenizas, lo cual es una lástima porque desde ella nO PUEDO INTIMAR DE FORMA CORRECTA.
¿Estoy rota? ¿Estaré rota por siempre?
No quiero una salvadora. No quiero un caballero de armadura brillante y blanco corcel. No quiero un diagnóstico. No quiero drogas que me entuman un rato.
Quiero soluciones, quiero respuestas, quiero la dulce paz que sólo una inexistencia podría traerme.
Muy lúgubre lo que digo, mil disculpen, estamos en jalogüin y ya traigo un fourloko encima mientras escribo esto.
He estado leyendo a gente bien interesante en tuiter, tengo ganas de acercarme y platicar con ellxs, volverme cercana. No lo hago porque seguramente les voy a asustar, como hago con todes, siempre. Pero aquí estoy, a la distancia, dando likes, respondiendo. Es curioso lo mucho que me gusta conocer a la gente a través de lo que escribe en ese particular sitio del infierno. Supongo que por ellxs escribo este post.
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