Cuando las excusas se me acaben

 TOP 3 DE RAZONES POR LAS QUE ME MATARÍA

1.-PORQUE VIVIR ES DIFÍCIL: Es doloroso, confuso, cansado, absolutamente deprimente. Constantemente estás luchando por sobrevivir y cuando pareciera ser que puedes descansar, algo mal sale. Genuinamente creo que sólo la gente rica (millonaria, quiero decir) puede gozar de extensos periodos de calma y felicidad.

2.-PORQUE EL MUNDO ES HORRIBLE: Y suponiendo que fuera millonaria y tuviera una vida tranquila en alguna ciudad extranjera con nombre mamador, ni todo el dinero del mundo podría detener a la gente cruel de destruir a otros. Claro, el dinero ayudaría un montón a evitar muchas cosas terribles, pero no totalmente. ¿Podría ser feliz viviendo en un planeta que llora todos los días?

3.-PORQUE NO ME CAIGO MUY BIEN: Soy honesta, sé que ningún punto anterior importaría tanto si no fuera yo, porque sé que la gente promedio no tiene el tiempo para pensar en eso, o no percibe el mundo igual. Es mi problema, soy yo la causa de mi propia miseria. Nunca seré feliz.

Pienso en matarme constantemente, si les digo la frecuencia se van a asustar. Pienso en todas las maneras que podría hacerlo, pienso en todo de lo que podría liberarme y también pienso en los daños colaterales. Antes me importaba particularmente más ese último punto, pero como saben luego del suicidio de mi amiga hace unos años mi manera de pensar en el tema cambió: Ultimadamente es mi vida y si quiero acabo con ella.

Pero también he aprendido a verlo de una manera más bien fría y calculadora: Morir es algo que todes vamos a hacer, no importa cuánta vitamina y cocaína se inyecten, cuántos kilómetros corran y cuántos escoltas contraten. La muerte es algo que vamos a experimentar, lo único que importan son las circunstancias. Hace mucho le perdí miedo al dolor físico y al olvido, y si eso les hace preguntarse qué demonios estoy esperando, lo cierto es que tengo un par de cosas que todavía quiero/tengo que hacer.

Tengan por seguro que cuando acabe esa lista, me voy.

Confieso que todas las campañas de prevención del suicidio me dan risa. Entiendo el enfoque que busca crear conciencia sobre la importancia de hablar de la muerte, testamentos, y chalalá, lo que no termino de entender es la obsesión con hacer que la gente viva vidas miserables. Que quieran obligar a las personas a continuar cuando no tienen ni la más mínima intención de acompañarles, porque está bien wey, la policía evitó que un hombre se tirara de un puente, ¿Pero qué va a pasar después? ¿Lo van a arrestar? Los paramédicos de la ambulancia le harán una evaluación y en el mejor de los casos será enviado directamente a psiquiatría, a un hospital público porque la gente pobre se quita la vida en espacios públicos, los ricos se suicidan en sus lujosas mansiones, con drogas de diseñador. En el escenario más optimista le darán una cita cada tres meses, medicamentos cada dos meses.

Y su trabajo explotador, y su familia abusadora, y sus compañeros violentos, y su pareja negligente, y la sociedad fingirá que ha cumplido su cometido. ¿¿Salvó una vida?? ¡Eso creen! Lo único que hicieron realmente es estorbar.

No puedes salvar a alguien sin pretender acompañarle. No puedes salvar a nadie que no quiere ser salvado y hay tanta gente que llora en voz alta pidiendo compasión y compañía y es como si nadie escuchara. "Lo hacen por llamar la atención".

"Lo hacen por llamar la atención"

Por supuesto. Atención psiquiátrica, atención cariñosa, atención social, atención económica, a veces con poquita compañía basta.

¿Estamos como sociedad listos para enfrentar que la epidemia no es de soledad sino de abandono? Y todo se reduce al capitalismo. Hagan las cuentas y entenderán que todo termina apuntando al sistema que nos tiene oprimidos y agotados.

Y CLARO que estoy hablando del aspecto meramente social del suicidio. Hay otros factores como enfermedades y trastornos mentales, situaciones bien densas que desencadenan en depresiones, traumas y episodios de violencia. Se sabe que las víctimas de abuso sexual tienden al suicidio, por eso se les dice "sobrevivientes". Se sabe que las infancias abusadas cuando llegan a la adultez -si es que llegan, muchos se quitan la vida en el camino-, tienen problemas graves de ideación suicida.

Hay tantas razones por las que alguien se quitaría la vida, ¿Tú has pensado en cuál es tu límite?

Todo da vueltas en mi cabeza: Los pensamientos, los planes, las ideas, la profunda desesperación. A veces es como un eco, algo sin importancia que se pierde entre mi monólogo interno o los estímulos internos. A veces es como un grito en mi cara y mi cerebro actúa por cuenta propia:

Tan fácil sería cortarme la garganta. Tan fácil sería tomarme la botella de cloro. Tan fácil sería arrojarme al boulevard más cercano, así de la nada. Tan fácil sería tirarme del puente peatonal cercano a mi casa, o al río. Tan fácil sería dejar la llave del gas abierta. Tan fácil sería aventarme de cabeza desde la azotea. Tan fácil sería...

Tan fácil. Tan complicado. Tan desorganizado, tan precipitado, tan irracional...

Tan innecesario.

Por el momento.

TOP 3 DE LAS RAZONES POR LAS QUE NO ME PUEDO MATAR AHORITA

1.-PORQUE EN OCTUBRE SE ESTRENA HEARTSTOPPER 3: ¡¡¡Aunque se rían me emociona mucho poder ver a Michael Holden en persona!!!

2.-QUIERO LEERME TODOS LOS LIBROS DE GRADY HENDRIX: Si bien Grupo de Autoayuda para Final Girls no me gustó nadita, sin duda La Guía para Matar Vampiros del Club de Lectura es un pinche librazo, quiero leer todo lo que ese señor saque por mera curiosidad, me gusta mucho su manera de torcer el terror con tropes pop.

3.-ESTOY ESCRIBIENDO UNA HISTORIA QUE ESTOY AMANDO: Por primera vez en el año probablemente estoy yéndome de lleno (lol?) con esta historia de fantasmas que luego de AÑOS por fin le di forma. ¿Pueden creer que llevo ya poco más de 120 páginas? ¡Estoy emocionadísima! Sólo por eso me levanto de mi cama diario, la verdad. Paso horas y horas escribiendo, reescribiendo, leyendo y releyendo. 

Nada de este post pretende ser un apunte brillante sobre el suicidio que nadie pensó antes. Sólo son ideas y conclusiones a las que he llegado con el pasar del tiempo, mis propias experiencias y demás. Al final, más que un sermón higienista (¿sí se escribe así?) sobre el suicidio, lo que quiero que sepas es:

Qué bueno que sigues aquí hoy.