crying screaming throwing up

Oh, here we go again...


La amarga culpa que me oprime el pechito, como si una hiedra venenosa intentara romperme desde adentro, como si una pitón quisiera asfixiarme. ¿Soy una mala persona? Sé que la gente mala de verdad no suele preguntarse eso, pero cada vez estoy más convencida de que lo soy. 

Quizás no soy una mala persona pero soy problemática. Es cierto que la moral de nadie es perfecta y yo intento hacer lo mejor con lo que tengo, desaprender y construir nuevas ideas o motivaciones pero no soy perfecta y de hecho tengo muchos defectos: Soy impulsiva, soy agresiva, soy huraña, soy grosera. No me gustan las discusiones ni peleas, prefiero evadir todo eso como pueda (Ya sea dando el avión o simplemente dejándolo pasar) Tengo muchas banderas rojas y a veces mis opiniones están cimentadas en una ira homicida irracional. Lo sé. Sé que soy muy sensible y sé que soy tonta. Muy tonta. Y cínica.

Creo que por lo general hago un buen trabajo minimizando mis comportamientos problemáticos y violentos pero a veces es imposible. Y sí, soy reaccionaria y cuando me doy cuenta del daño de lo que hice ya es después de lo que hice.



Ayer mi Amante(C) y yo peleamos. Todo comenzó cuando (al menos eso creo lol) hizo unos chistes que me detonaron y reaccioné porque genuinamente creí que sus burlas tenían mala intención, porque usó palabras con las que me atacan en internet. Y por supuesto me enojé y me defendí agresivamente. (Pasivoagresivamente, diría ellx) Todo escaló muy rápido y en medio de la acalorada discusión salieron cosas de relativamente reciente conversación: Que sí, que tiendo a hacer chistes violentos que a nadie le dan risa. Que también tengo ideas u opiniones muy problemáticas. 

Creo que de lo que más me siento culpable es por adjudicarme un nivel de confianza sin hablarlo antes. Por estos meses en que hemos convivido, por todo lo que hemos pasado, pensé que mi Amante(C) sería receptivx a mi parte fea. O que le daría igual, como ha sido en el pasado. O que podría distinguir cuando estoy hablando en serio, o cuando estoy farfullando tonterías. No sé, algo así. Pero no.

No fue así y todo me estalló en la cara.


Creo que su principal problema fue mi manera tan agresiva de defenderme. No entendía por qué sus chistes ahora me hacían sentir atacada y en eso le entiendo porque jamás le dije que me incomodaban. Y no se lo dije porque no son cosas que suelen salir al tema, quizás los habrá dicho una o dos veces y yo en mi mente pensé que no valía la pena señalarlo. 

Pero sí, ayer me dijo que ya eran dos actitudes fascistas que me encontraba y que el que me guste teilor suif es mocho. Y yo perdí la cabeza, no tanto por la ira sino por la sensación de angustia de saber que todo lo que le he dicho, de dientes para afuera, en conversaciones serias y conscientes, ha sido juzgado o ha sido tomado en cuenta, ha sido analizado con cautela y frialdad. Y se ha emitido el juicio.

Y la culpa por haberle perturbado de esa manera, de haberle herido con mis contraataques, de haber tomado una confianza que no se me había dado explícitamente me aplastó toda la madrugada.




Me siento mal. Me siento como una mala persona. Me siento tonta y me siento culera. 

Ayer le expliqué que todo aquello que había dicho eran cosas de dientes para afuera, apenas como una queja desde mi alma, algo en lo que no me detuve a pensar en lo que implicaba porque no era en serio. Creo que lo entendió.

También creo que lo que pasó en vez de hacer que me quiera menos o piense mal de mí abrió sus horizontes sobre mi persona, lo cual me parece correcto y sensato (?

Pero yo me siento mal, todavía el día de hoy. Profundamente avergonzada y ustedes y yo sabemos que nunca he aprendido a lidiar con la vergüenza.

Hay tantas cosas que me avergüenzan de mi persona y de mi historia, preocuparme por que se me escapen las telarañas mentales de los rincones oscuros de mi cabeza se añade a la lista. 

No sé qué va a pasar conmigo pero les estaré escribiendo en mi blog cuando lo sepa.

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