¿Y si era ella?

Tuve un sueño muy inquietante. Fantasmas de mi pasado, gente que llegué a conocer bastante bien y que tengo años sin hablarles, se materializaron. En un principio no creí que fuera algo importante, simplemente una detonación por un tema que toqué la noche anterior, pero de repente se fue convirtiendo en una historia más compleja, con capas. Como Dante cruza el infierno con ayuda de Virgilio, Víctor y Reyna me acompañaron por aquel laberinto, una especie de mapa torcido de lugares que conozco muy bien de mi ciudad.

Y todo es tan vívido, lo recuerdo muy bien: Salgo de mi casa camino al centro comercial más cercano. Entro a una tienda departamental buscando alcohol -¿Qué más podría estar buscando en un Soriana?-, pero cuando me dirijo hacia la sección de bebidas no encuentro nada que me guste, así que decido volver por donde entré, en el camino topándome con adornos de navidad. No puedo evitar pensar "¿Adornos de navidad a mitad de mayo? Lol, maldito capitalismo" pero antes de salir me encuentro, de frente, a Víctor (cuya historia con él nO voy a detallar porque es tan del 2014, pasado de moda)

Podría haberlo evitado, de hecho lo intenté porque qué oso verlo ahí, pero él sí me ve y se acerca para saludarme: "Hola, muchacha, ¿Cómo ha estado? Hace mucho que no nos vemos".

Por alguna razón ahora trabaja ahí, no me queda claro en qué. Me enseña algunos adornos de navidad. Salimos al estacionamiento y me dice que va a dar un "tour" para mostrar los adornos que la tienda puso afuera, que si quiero acompañarlo. Frente a nosotros llega una pequeña camionetita tipo safari, descubierta, y dentro de ella hay algunos niños. Dudo. Cuando estoy a punto de decirle que nel, gracias, aparece Reyna y nos saluda. Me emociona verla ahí, literalmente hace años que no sé absolutamente nada de ella y sé que es mi culpa porque yo fui quién los ghosteé a todos.

Como Reyna acepta el viajecito, decido acompañarla. Subimos y avanzamos por todo el estacionamiento mientras Víctor va contando sobre aquellos hombres de nieve inflados, y chalalá. Me sigue pareciendo súper raro que tengan todo expuesto en mayo pero no hago problemas. Cuando se acaba el tour y bajamos en la entrada del estacionamiento, descubro que exactamente desde ese punto puedo volver a casa si sólo camino derecho así que me despido de Víctor y Reyna decide ir conmigo.

"Por acá puedo tomar un camión" me dice ella, así que caminamos.

Caminamos, caminamos, caminamos. Pasamos por aquella escuela donde hice mi servicio social -y fue una experiencia espantosa tbh-. Cruzamos por un baldío y cuando llegamos al otro lado descubrimos que hay una casa improvisada con tablaroca y verjas oxidadas. No hay otra manera de salir a la calle así que pedimos permiso para cruzarla y nos reciben unos niños que se muestran entusiastas con nuestra presencia, pareciera ser que no reciben muchas visitas. La casa es mucho más grande por dentro (lol), se sentía como backroom. 

Mientras caminábamos, Reyna menciona algo sobre un güey que no conozco, pero Reyna habla como si fuera amigo en común. Después dice: "No sé cómo Karli le hace para..."

"¿Karli?"

"Sí. Se casaron"

"¿Qué?"

"¿No te dijo?"

El shock. ¿Karli se casó y no me enteré? 

"No hablamos". 

Primero que nada, estoy segura que si no me hablo con Karli, Reyna lo sabría, son muy amigas. Segundo, si se hubiera casado hubiera visto algo en facebook. Fany me hubiera dicho algo. Alguien. ¿Sí lo hubieran hecho? No. A lo mejor no.

Se casó. Órale, qué padre. Con otro. Con un hombre.

Ah, qué chido, quiero decir, pero cuando abro la boca me sale un sollozo que intento ahogar con fuerzas porque qué puta vergüenza. Pero doy un paso y otro sollozo, más fuerte que el primero, sale con fuerza y entonces sí me pongo a llorar. A moco tendido. Intento controlarme, de verdad me esfuerzo y creo que esa imagen me hace ver más patética. Reyna se siente mal, lo puedo percibir.

Esa reacción me saca mucho de onda porque no entiendo de dónde viene: ¿Porque no me dijo que se iba a casar? ¿O porque se casó con alguien que no soy yo? ¿El llanto tan desmesurado qué dice de mí? Sé que la gente cree que lo mío con ella es romántico, ¡Y sí pero no es todo, ni lo más sustancial o importante! ¿Por qué me siento como si me hubieran clavado una daga en el corazón?

No puedo creer que hubiera hecho algo tan importante sin contarme. Antes nos contábamos todo, teníamos conversaciones difíciles pero creo que nunca fue impedimento en absoluto.

No se me ocurre qué decir así que seguimos caminando.

En algún punto nos topamos con un cuarto que no da a ninguna parte y los niños se ríen, porque nos tendieron una trampa. Después nos guían por el camino correcto y logramos salir.

Reprimir mi curiosidad nunca será parte de mi naturaleza así que pregunto:

"¿Dónde se conocieron, en la escuela?"

"Sí, también es maestro"

¿Casarte con un maestro, Karli? Puedes hacerlo mejor.

De repente me viene la imagen de que es seguro es un señor de cincuenta años horrible que vio a Karli joven y linda y quiso encerrarla con los grilletes del matrimonio, convenciéndola seguramente con vacías promesas de amor y religión. Karli, ¿Qué hiciste? ¡Mereces algo mejor!

Algo mejor.

Algo que no soy yo, evidentemente, porque cuando llego a mi casa es sin botella, sorbiéndome los mocos y sin el dinero suficiente para pagarle el taxi a Reyna para que vaya a su casa. (Se desvió mucho para acompañarme), así que le ofrezco ir a la casa de mi abuela (lol???) para pedirle prestado dinero a mi mamá para darle.

"Puedo volver caminando" dice ella. 

"No, ya me acompañaste hasta acá, déjame pagarte el taxi"

La cabeza me zumbaba como si en vez de cráneo tuviera un maldito panal. El eco de mi llanto y mis propias preguntas. 


No mames, ¿Neta me voy a poner a llorar?



Pues ya no supe si le pude prestar dinero a Reyna para que volviera a casa porque me desperté, acostada como muerto, y los ojos húmedos. El corazón rotito y sintiéndome súper perturbada. ¿Qué carajos?

Primero que nada, ¿Desde cuándo recuerdo mis sueños con tanto detalle? 

Me desperté a las seis y media y ahorita son exactamente las nueve con treinta y seis de la mañana, y sigo viéndolo todo en mi mente como si hubiera visto una película una hora antes. WTF.



Debo confesar que cuando me siento presionada a explicar lo mío con Karli, o que la gente salte a la conclusión más cliché del amor romántico, me estresa mucho. Porque entonces eso significa que nadie ve lo que yo veo y a lo mejor todo este fantástico amor platónico-amistoso-erótico-romántico me lo he inventado en la cabeza y no es nada de eso.

A veces tengo que ver sus fotos o leer algunos mensajes que tengo por ahí para recordarme a mí misma que sí existe ella, que no me lo inventé, que sí vivimos esto juntas. Y luego me siento la persona más pendeja del mundo porque quién chingados necesita ese tipo de confirmación??? lmfao mariana just go to rehab.

Necesito terapia, rehabilitación, un exorcismo, una lobotomía, que me extirpen el clítoris, que me manden a júpiter, que me pongan en un coma inducido, no sé, wey, no se me ocurre nada que pueda realmente ayudarme. Quizás un borrón de memoria como en Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos pero ¿Realmente quiero quedarme sin esas historias tan buenas, tan mágicas, tan trágicas, tan dolorosas?




Nunca he sentido la necesidad de desenmarañar mis sentimientos por ella porque yo era feliz así. Pero luego la gente chismosa y entrometida nomás queriendo señalar lo que no entienden, qué angustia viví yo y ella y mientras más pienso en esto más se me rompe el corazón, porque ¿Desde cuándo le debemos explicaciones la gente? Si no lo entiendes no lo entiendes y literalmente es TU problema.


Como sea, de entre todas las razones por las que Karli y yo terminamos como lo hicimos, además de ese escrutinio intolerable, se encuentra el hecho de que yo nunca he sabido amarla de una forma sana. Siempre empiezo tomándomelo todo con humor y despacito, pero después me rompo en pedazos para darle todo porque creo que es la persona más interesante que alguna vez haya conocido y se merece todo pero ¿Eso dónde me deja a mí? 

¿Por qué siempre le voy a elegir a ella sobre mí misma?



Por mucho que odio decirlo -porque créanme, me caga-, cada quién a parte es como estamos mejor. En mi caso no más feliz, no más plena, pero más yo, más a salvo.

Y ya no sé qué más decir, voy a seguir escribiendo de esto, de ella, toda la vida seguramente. Hasta que deje de doler o me muera, lo que pase primero. O nos reconciliemos, pero lo veo difícil. Como sea, gracias por leerme y no darme consejitos mamadores de salud mental y del amor propio porque sé lo que tengo que hacer, ¡Lo estoy haciendo!


 







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